La explicación naturalista de las lagunas: fe atea en práctica

¡Dios les bendiga!

¿Está cansado de escuchar a los ateos y críticos del cristianismo burlarse de la palabra fe, y de la fe cristiana, como algo ilógico? ¿Cansado de escuchar explicaciones (malas, por cierto) de que la fe es creencia ciega y muerte racional? Si es así, no se preocupe más, he aquí la solución: “haga ver al ateo que tiene más fe que usted”. Aunque es una mentira afirmar que la fe es contraria a la evidencia racional, la verdad es que el ateo posee la misma  fe (y esta sí se aplica a su mala definición de fe, pues es irracional) que ataca y critica con tanto ahincó de superioridad intelectual, y esto lo demuestra en su creencia en lo que he denominado “la explicación naturalista de las lagunas”.

Puede ser que este término no sea novedoso. No trato de acuñarlo, puede que ya se haya usado, pero lo que quiero decir con explicación naturalista de las lagunas no es más que una versión atea de los que ellos llaman el argumento del Dios de las lagunas o Dios de los huecos. ¿Qué es el argumento del Dios de los huecos? Según los mismos ateos es la afirmación de que como no sabemos explicar de forma natural un hecho, invocamos a Dios como causa de ese hecho. Es más o menos una versión de la falacia lógica argumentum ad ignorantia (apelar a la ignorancia). Según los ateos damos a Dios como explicación de todo hecho que no podemos explicar de forma natural. Ahora, a pesar de que esto es falso, los argumentos teístas como el cosmológico kalaam, teleológico, moral, etc., no argumentan a favor de la existencia Dios, o no proponen a Dios como causa de estos hechos inexplicables científicamente, en base a la ignorancia o a lo que no sabemos, sino que es todo lo contrario, pues en base a lo que sí sabemos.

El ateo comete 3 errores fatales cuando usa este argumento:

  1. Supone, sin demostrarlo, que toda explicación o causa que existe debe ser natural.
  2. Apela al futuro para proponer explicaciones científicas que nos harán ver que sí hay explicación para lo que ahora no tenemos, cometiendo la falacia lógica argumentum ad futuris.
  3. Desconoce los límites del método científico y la naturaleza de lo que este estudia.

Lo mejor de todo esto es que el ateo (en el hecho que no puede explicar científicamente ahora) que usa una versión naturalista del argumento del Dios de los vacíos al afirmar que en ese hecho solo debe existir una explicación natural, la cual ahora no sabe, pero pronto encontrará, usando así su versión del Dios de los huecos: la explicación naturalista de los huecos o lagunas. Note la paradoja en la cual el ateo esta ahora, y solo por mantener la fe en algo que aún no tiene. El argumento de la explicación naturalista es como sigue:

  1. Si no conocemos la explicación de un hecho X ahora, esta explicación debe ser natural, aunque no la conozcamos ahora.
  2. No conocemos la explicación del hecho X.
  3. Por lo tanto, esta explicación debe ser natural, aunque no la conozcamos ahora.

Comparemos este argumento con el que ellos llaman el Dios de los huecos:

  1. Si no conocemos la explicación natural de un hecho X, esta explicación debe ser Dios.
  2. No conocemos la explicación natural de un hecho X.
  3. Por lo tanto, esta explicación debe ser Dios.

Note como el argumento es el mismo en cada caso, solo varia la explicación del hecho, y vemos así que el ateo comete el error de usar el mismo argumento que condena. ¡Qué enorme paradoja!

Lo peor no es esto, lo peor es que el ateo no sabe que pone su fe en algo irracional por naturaleza, ya que la ciencia nunca podrá explicar muchas cosas, pues están fuera de la naturaleza de su método.

La ciencia es posible por la existencia de leyes naturales. Las explicaciones científicas se deben a estas leyes de la naturaleza. Si no hay leyes de la naturaleza, no hay ciencia. Las leyes de la naturaleza son explicaciones de cómo funciona el universo material, como funciona la naturaleza. De esta manera, sin materia, sin naturaleza, no hay leyes naturales. Si no existe el cosmos material, natural, no hay leyes naturales. Ambos están íntimamente relacionados. El uno no existe sin el otro. Ahora, note donde está la irracionalidad de la fe atea en su método naturalista: “sabemos que el universo tuvo un punto donde comenzó a existir, debido a que todas las curvas se unen en un punto, que se conoce como la singularidad. Para saber que hay antes de esta singularidad, que dio origen al universo como lo conocemos hoy, hay que apelar a leyes no naturales, pues el mismo cosmos se creó a partir de esta singularidad”. Es totalmente inútil e irracional creer que la causa del universo es una causa natural, pues lo natural implica leyes naturales que no pueden existir sin el universo, pero el universo comenzó a existir en el Big Bang, por lo tanto, vemos que la fe atea sí es irracional, pues quiere que el método naturalista explique algo que no puede, pues no existían leyes naturales antes del cosmos que hace posible estas leyes naturales, debido a la relación intrínseca de ambos. Sin cosmos no hay leyes naturales, y sin ellas, no hay explicación natural para el origen del universo.

Este solo hecho, donde vemos que el método científico (por su naturaleza) tiene límites, es que pone en ridículo la irracional fe naturalista atea en su argumento falaz de la explicación naturalista de los huecos o lagunas. Si es verdad que la fe cristiana es irracional (algo que es mentira), la atea no se queda atrás.

Otro hecho que al parecer desconoce el ateo es que los cosmólogos están afirmando que estamos al punto límite de lo que podemos conocer sobre el cosmos. George Ellis (Physicist George Ellis Knocks Physicists for Knocking Philosophy, Falsification, Free Will,” [El Físico George Ellis Critica a los Físicos por Criticar la Filosofía, la Falsificación, el Libre Albedrio”, entrevista realizada por John Horgan < Julio 22, 2014>), uno de los cosmólogos más prominente del mundo, explica que estamos en los límites físicos de nuestro conocimiento. Esto nos hace ver que es aún más irracional la propuesta del ateo al afirmar que existe, y que encontraremos, una explicación natural (o hechos) donde no puede existir una explicación natural, hechos que el teísta usa para afirmar, positivamente (no desde la ignorancia), que Dios es la causa tanto del comienzo a existir del universo y del diseño de este. Estos argumentos teístas no son del tipo Dios de los huecos, sino que se apoyan en la evidencia que sí tenemos para concluir que existe algo más allá de lo natural. El verdadero Dios de los huecos es lo que usa el ateo, para descartar la explicación teísta, para proponer una explicación naturalista futura.

Al final, vemos errores en el argumento ateo, vemos que el usa el argumento que afirma que nosotros usamos, y vemos que pone su fe en el método científico (con esto no quiero decir que el método científico sea malo, es muy bueno, pero reconozco sus límites debido a su naturaleza) para explicar cosas que este nunca podrá explicar, pues están más allá de su naturaleza.

2 comentarios en “La explicación naturalista de las lagunas: fe atea en práctica

  1. Diego dijo:

    Cometes varias falacias, petición de princpio, magister dixit y algunas más. Y pasas por alto que en un universo material, la propia existencia es material. Un objeto de caracter inmaterial (como dios) resulta ser atemporal y aespacial por definición, esto significa que no ocupa tiempo o espacio alguno dentro del plano existencial y por tanto, no existe en ningún momento, ni lugar dentro del mismo.

    Sin mencionar que, afirmar que el universo tuvo que tener un origen no natural, no implica en ninguna medida que la existencia del unvierso se deba a un ente mitológico cuyo origen histórico no solo corresponde al de culturas humanas posteriores al inicio de la humanidad, sino que además, es miles de millones de años posterior al inicio del propio universo.

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    • Carlos E Rodriguez A dijo:

      ¡Saludos Diego!

      Creo que debo pedir que me expliques como cometo esas falacias.

      Tu sí cometes algunas falacias.

      1) Petición de principio. Asumes que aun la existencia es algo material, para así descartar que algo inmaterial exista.

      2) Falacia genética. Asumes que Dios no existe porque tiene un origen mitológico o en las culturas.

      Mi explicación es independiente de cualquier creencia religiosa. Hoy sabemos que todo el universo material vino a la existencia, y si la materia surgió ahí, ¿es racional creer que existia antes de existir?

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